Hasta ahora os habíamos invitado a probar nuestros productos con recetas más originales y diferentes al uso habitual que todos solemos hacer en nuestras casas de las mermeladas, pero dada esta situación de cuarentena en la que todos nos encontramos, nos ha parecido que enseñaros una receta sencilla para poder desayunar o merendar cada día con nuestras mermeladas era lo más adecuado.

Hemos escogido un pan de molde, para hacer pan blandito y que así a los más peques de la casa les cueste menos comerlo. Es una excelente oportunidad para que aquellos a los que les cueste más desayunar contundente y sano lo hagan. En general tenemos más tiempo y podemos disfrutar de desayunos en familia con más tranquilidad de la habitual.

Nosotros lo hemos hecho con harina de fuerza de trigo blanco, pero también podéis hacerlo con harina integral, una buena oportunidad para introducir a nuestros peques en el consumo de pan integral, mucho más sano que el blanco, y que todos sabemos les cuesta más comer. El que os proponemos, al ser blando, tener un sabor muy suave y estar muy esponjoso es más fácil para ellos.

INGREDIENTES:

Para la masa madre:

50 ml. agua

65 gr. de harina de fuerza

12 gr. levadura fresca prensada

½ cucharadita de azúcar glase

Para la masa:

125 ml. de agua

250 gr. de harina de fuerza

20 gr. AVOE

½ cucharadita de azúcar glasé

½ cucharadita de sal

Para degustarlo: la mermelada artesana de Olesgourmet que más te guste. Recomendamos Peras con ron, Calabaza y manzana, Higos, Calabaza y naranja, Manzana con ginebra

Lo primero que tenemos que hacer es la masa madre, para ello podemos hacerla a mano o en la Thermomix. Solo tenemos que poner todos los ingredientes juntos. Si lo hacemos en la Thermomix, podemos poder el agua a temperatura ambiente y mezclar 30-35 segundos a velocidad 4. Quitamos el cubilete y tapamos el vaso de la Thermomix

Si lo hacemos a mano es mejor poner el agua templada y disolver la levadura primero en el agua y posteriormente ir incorporando la harina y la media cucharadita de azúcar. Nosotros ponemos azúcar glasé para que se una mejor al resto de la masa.

Debemos de dejar reposar la masa madre en el vaso de la Thermomix o en la fuente tapada con un paño en un lugar sin corrientes de aire un mínimo de media hora hasta que doble su tamaño. Dependiendo de la temperatura ambiente puede tardar más o menos tiempo, pero ante la duda, mejor dejarlo de más que quedarnos escasos.

Una vez que haya levado la masa madre, le añadimos el resto de los ingredientes de la masa: la harina, el aceite, la sal y el azúcar y el agua. Volvemos a amasar hasta que esté homogéneo y no se nos pegue mucho la masa o en el caso de hacerla en la Themomix, amasar 2 minutos utilizando la función específica para amasar. Volver a tapar con un paño y esperar a que de nuevo doble su tamaño.

Al cabo de media hora o más si lo necesita, sacaremos la masa a la encimera un poco espolvoreada con harina y con las manos untadas en un poco de aceite amasamos un poco la masa para darle la forma del molde donde vayamos a hornear.

Ponemos la masa en el molde, previamente pincelado con un poco de aceite, intentando que ocupe toda la superficie. Tapamos con el paño y metemos el molde en el horno apagado para dejar de nuevo que la masa doble su tamaño.

Nosotros hemos utilizado un molde de silicona un poco grande para la cantidad de pan que vamos a hacer, pero así la forma es de un pan “normal”. Si queréis que quede con una forma más parecida al pan de molde, tenéis que ponerlo en un molde más pequeño.

Una vez que haya subido de nuevo, sacamos el pan, lo pincelamos con un poco de aceite para que quede dorado, metemos una fuente con agua en la base del horno y ponemos el horno a calentar a 240ºC. Cuando esté caliente metemos de nuevo el pan y lo horneamos a esa temperatura 5 minutos, después bajamos a 200ºC y lo mantenemos otros 20-25 minutos (depende del horno).

Sacar el pan del horno, desmoldarlo (desmolda muy bien, de forma que, con un poco de cuidado de no quemarnos, podemos desmoldarlo nada más terminar y dejarlo enfriar en una rejilla). En cuanto enfríe, podéis cortar las rodajas para poner las tostadas con nuestras mermeladas.

Casi todas le van perfectamente, pero nosotros esta vez hemos escogido la mermelada de calabaza y naranja, que resulta especialmente deliciosa para aquellos a los que os gustan las mermeladas de naranja. La calabaza aporta mucho dulzor a la naranja amarga y no solo hace que el contraste sea espectacular, sino que además ayuda a reducir de forma considerable el azúcar que necesitan las mermeladas de naranja (solo tiene un 24% de azúcar integral de caña).

Y si resulta deliciosa sola, imaginaros si la tomamos con este pan recién horneado, pues…. de muerte!!

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