Después de estas Fiestas Navideñas hemos pensado que esta podría ser una buena receta para hacer cualquier día de la semana en la comida o cena. Una receta calentita, fácil, barata y con un sabor delicioso.

Ya sabéis que nuestro chutney de calabaza marida genial con todo tipo de carnes…y otras cosas que nos habéis ido contando ;), pero al incorporarlo en el centro del pollo con los rollitos, va impregnando el pollo con su sabor y el resultado es irresistible.

Vamos a poner ingredientes para 6 rollitos, que como plato principal de una comida sería para dos personas.

INGREDIENTES:

  • 6 filetes finos de pechuga de pollo
  • 6 lonchas de beicon finas
  • sal
  • aceite para marcar
  • 1 bote de 280 gr nuestro Chutney de Calabaza

 

Lo primero que tenemos que hacer es poner una rodaja de beicon y encima un filete de pollo. Los filetes de pollo los podéis sustituir por pavo. Nosotros hemos puesto “pitu de caleya”. En Asturias se llaman así a los pollos que son criados en libertad (en este caso controlada) y se sacrifican cuando tienen al menos 120 días, en vez de 45 días como el resto, por lo que tienen un certificado de calidad especial y lógicamente se nota mucho en el sabor.

El beicon es natural, no ahumado, porque el gran sabor a este plato se lo aporta nuestro chutney de calabaza y no necesitamos añadir mucho más.

Sobre el pollo ponemos una cucharada abundante de chutney de calabaza.

Ahora enrollamos todo junto y le ponemos un palillo para que no se nos abra.

Seguramente se nos saldrá un poco de chutney por los lados del rollito, pero no importa, porque ayuda a hacer una salsa cuando lo metamos al horno y aunque parezca que se nos va a salir todo si lo tratamos con un poco de cuidado aguanta perfecto.

 

Una vez montados los rollitos, vamos poniendo el horno a precalentar a 180ºC arriba y abajo y mientras calienta el horno, vamos marcando los rollitos en una sartén con un poco de aceite (muy poco). Como les hemos puesto un palillo no podremos marcarlos perfectamente, pero es más que nada un tema estético, para darles color, así que por abajo y un poco por los laterales es suficiente, la parte superior se acaba dorando en el horno. Para manejarlos y que no se nos salga todo el relleno, lo mejor es una pala plana.

A medida que están marcados los vamos colocando en una fuente apta para horno con los palillos, que es la zona que no hemos podido marcar hacia arriba y una vez que el horno coja la temperatura indicada programamos 30 minutos arriba y abajo. El tiempo depende de como nos guste el punto del pollo, pero con 30 minutos aproximadamente (también depende del horno) quedan hechos pero jugosos.

Veis en la foto como en el proceso de horneado va soltando su propia salsa, sin necesidad de añadirle más aceite ni caldos.

En la siguiente foto del corte, podéis ver que el pollo está perfectamente hecho, corta muy fácil y el chutney ha impregnado el pollo, aportándole mucha jugosidad y un sabor delicioso.

Emplatar y disfrutar!!!

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